viernes, 20 de noviembre de 2009

BAUDELAIRE El modernismo en la Calle

Este capitulo se configura en torno a BAUDELAIRE quien se esforzó mas que nadie en el siglo XIX por que los hombres y mujeres de sus siglo tomaran conciencia de si mismos como modernos, a través de los grandes ensayos, poemas por los cuales se le considera como un profeta y pionero en la cuestión de la cultura occidental manejando el tema de la modernidad, que definieron todo un siglo de arte y pensamiento en donde el dualismo de la cultura moderna giro entorno a la modernización, entendida esta como un complejo de estructuras y procesos materiales, políticos, económicos, y sociales, que en su propio desarrollo generaron poca participación de las mentes humanas o almas humanas, que establecen la relación y mezcla de las fuerzas materiales y espirituales que configuran la visión y la lógica de pensamiento Moderno.

“El pintor de la vida Moderna”

En este ensayo se resalta la cualidad de muchos escritos de BAUDELAIRE sobre la vida y el arte moderno, en donde la definición de modernidad es sorprendentemente escurridiza y difícil de fijar, citando acá una de las mas famosas “por modernidad” entiendo lo efímero, lo contingente, la mitad del arte cuya otra mitad es eterna e inmutable.

Comenzara con interpretaciones más simplistas y acríticas de la modernidad de Baudelaire, con elogios liricos de la vida moderna que crearon unos modos (visiones y perspectivas) pastorales característicamente modernos, sus denuncias de la modernidad generaron la formas contra pastorales, desarrollados en nuestro siglo, la primera bajo el nombre de Moderno latría y sus contra pastorales se llamaría “desesperación cultural” y en donde adulara a la Burguesía por su inteligencia, fuerza de voluntad y creatividad en la industria, el comercio y las finanzas con propósitos más elevados enfocados a realizar la idea del futuro en todas sus diversas formas: políticas, industriales, artísticas, aquí la motivación burguesa fundamental es el deseo de un progreso económico también universal, y pide que este ideal se extienda a la esfera de la cultura.

La fe de Baudelaire en la Burguesía pasa por alto las posibilidades más oscuras de sus impulsos económicos y políticos, definiéndola Berman como una visión pastoral haciendo énfasis en la afinidad natural entre la modernización material y la espiritual y tomando como ejemplo los grupos políticos dinámicos que tendrán más posibilidades de estar abiertos en la creatividad intelectual y artística.





En este punto Baudelaire aliena en su visión sobre el cambio económico, también como un cambio cultural, un progreso de la humanidad que no presenta problemas porque los omite
Dejando en evidencia sus sentido perverso de la ironía, y su peculiar integridad.

El tema contra pastoral, aparece en su obra de 1855 sobre la idea moderna del progreso aplicado a las bellas artes. Utilizando una retorica reaccionaria familiar para ridiculizar no solamente la idea moderna del progreso sino el pensamiento y la vida moderna en su totalidad. Preocupándose por la confusión entre el orden material y espiritual que propaga el romance moderno del progreso. (La belleza). Confusión que persiste en nuestro siglo visible en los periodos de expansión económica y define el arte de un modo que parece no tener conexión alguna con el mundo material, en donde este artista ha perdido toda noción de las diferencias entre los fenómenos del mundo físico y los del mundo moral, entre la natural y lo sobrenatural, presentando una similitud con disociación katiniana entre el ámbito noumenológico y fenomenológico, arte, religión, ética, desligándolo su artista de todo influencia, incluso de sus precursores y definiendo toda eflorescencia del arte como espontanea, individual. “el arte surge en sí mismo”.

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